La terapia cognitivo conductual intenta ser directiva y puntual sobre cierta sintomatología, reducir ansiedad, reevaluar los pensamientos y promover la mejor respuesta de comportamiento. Se adquieren las habilidades psicológicas y prácticas específicas de los pacientes (donde se evalúan los cambios subsecuentes del comportamiento y su significado).
Se promueve activamente el cambio y pone énfasis en el esfuerzo del paciente, el confiar y tener como ingrediente principal una alianza terapéutica más esto no se ve como el vehículo principal del cambio. Las intervenciones en el comportamiento se consideran como uso clínico de este tipo de terapia Es limitada en el tiempo, la duración es de 12 a 16 semanas.
Este tipo de tratamiento es uno de los nobles, se puede indicar en cada uno de los trastornos psiquiátricos incluidos en el DSM V, teniendo evidencia científica para cada uno de los trastornos descritos en dicho manual diagnóstico.
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